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Delincuencia empresarial

Publicado: 2011-01-26

Muchas veces hemos leído historias de éxito, de personas con orígenes muy humildes que logran consolidarse como creadores de grandes empresas. Emprendedores que supieron vencer adversidades varias. El grupo Wong y los hermanos Añaños son ejemplos perfectos de este tipo de empresarios. Difícil encontrar algo que apañe tamaños esfuerzos y está demás decir que su ejemplo es inspirador. Pero, al reverso de la moneda encontramos personajes oscuros, que provienen del submundo, donde la corrupción (en todas sus formas) campea. Personajes de reputación dudosa que van construyendo imperios, pero imperios en base a falsedad y delincuencia. Un empresario que tuviese una serie de litigios que van desde la estafa y la extorsión hasta el asesinato, difícilmente sería un empresario al que uno podría apoyar. No estaríamos ante un empresario, sino ante un delincuente. Y si este delincuente tuviese o (quisiese tener) suficiente influencia sobre nuestro ridículo congreso para aprobar leyes a la medida, ¿no consideran que debería levantarse al menos una legítima aunque mínima voz de protesta? Como se observará, la razón de este post es el Grupo Oviedo.   Protesta en la ciudad de Lima, aparentemente auspiciada por el grupo Oviedo. La primera vez que tuve noticia de ellos fue cuando tomaron la dirección de Pomalca y Tumán. Todo parecía indicar que esta familia de pujantes cuzqueños era una expresión más de esa cara de nuestro Perú que es tremendamente emprendedora y hábil en los negocios. Pasaron los años y me encontré con artículos sobre ellos en las revistas de dos de los centros más importantes de maestrías empresariales en el país. Nuevamente, la imagen de ellos era perfecta. Sin embargo, me asaltó una curiosidad. ¿Cómo un grupo empresarial pequeño, que tenía una cadena de supermercados de tamaño mediano en Cuzco se convirtió en dueño de los ingenios de Pomalca y Tumán? Otro punto muy curioso es que en ningún momento se cuestionaba nada respecto a su vida pasada, porque se los consideraba algo así como el nuevo milagro del empresariado peruano. Un caso de estudio interesantísimo para estas dos casas de estudio. Fueron alabados por cierto canal de cable, un diario especializado en actividades empresariales continúa sacando publicidad a página completa de ellos. Y la pregunta fue siempre, ¿es verdad tanta belleza? ¿O es que estas publicaciones y programas sucumbieron ante las ingentes cantidades que suelen gastar el grupo en publicidad? Mirémosle con otros ojos. Este “grupo empresarial” parece llevar consigo una forma de trabajo más cercana a la delincuencia común que a un brillante manejo estratégico. Han incrementado las deudas de los ingenios de Tumán y Pomalca, desde seis a más seiscientos millones de nuevos soles. Dicen que pagarán el total de las deudas hasta el 2035… sin embargo el Grupo Gloria cuando se hizo con el control de Casa Grande pagó en cinco años el total…   Marcha de trabajadores de Pomalca, el 24 de enero en la ciudad de Chiclayo. Piden que no se les embargue, obligan a sus empleados a protestar por las calles so riesgo de perder su empleo si no lo hacen, los llevan inclusive hasta las calles de Lima gastando dos millones de soles… y muchos de los opositores temen por sus vidas. Un empresario tiene la habilidad de transformar la sociedad. Sus valores y principios se trasladan hacia esta y la llevan en su dirección. Lamentablemente la única herencia que recibirán Pomalca y Tumán será el de ciudades corruptas y violentas, serán ejemplo de cómo los empresarios-delincuentes son capaces de arruinar no sólo la prosperidad de un pueblo sino también sus valores.


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Ceteris Paribus

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